Descripción

El espacio para mis consideraciones, ideas,
desahogos, pensamientos, evasiones y
reflexiones...a veces pienso y otras fru-flu.

viernes, 24 de febrero de 2012

23F

Es como si estos tatuajes hubieran estado siempre dibujados en mi piel. Les miro y les vuelvo a mirar y ahí están. Negros y vivos y tan delicados...El grande además me parece hasta más bonito que en el dibujo original. Vuelvo a recordad el encuentro que detonó esa decisión, lo mal que estaba, lo dolida y perdida que me sentía.
Fijo el dibujo y me veo en esos ojos, esa niña soy yo, la tengo yo esa herida, yo misma soy esa herida...un día cicatrizará del todo, estoy segura pero también estoy segura de que no volverá a abrirse o a sangrar. No permitiré a nadie volver a hacerme una herida tan grande, porque si tengo que sufrir en esta vida es porque yo lo desee, es porque yo me quiera hacer tanto daño, porque yo me busque o me abra otra herida.
Te llevo en un tatuaje, no a ti, iluso, a la circunstancia que compartimos ... porque ahora lo he entendido, no quiero príncipes a caballos que me rescaten ni ranas a mi alrededor, sólo quiero ser la mujer de mi vida y de mis sueños, mi musa inspiradora.
Un día leí por el muro del facebook de una persona que conocí apenas que el dolor puede existir como conciencia de la existencia..."el dolor nos marca y nos recuerda que somos carne, huesos, músculos, fibras...el dolor nos dice que no somos un número. Nos dice que sentimos y que estamos vivos. El dolor nos hace humanos, nos diferencia de las máquinas y nos hace ser conscientes de nuestra vulnerabilidad, de nuestra dependencia, de que no existimos sin nosotros. De que soy porque somos. Es el dolor que produce la injusticia que nos lleva a la solidaridad. Tu dolor es mi dolor, es nuestro dolor, vivas en el barrio de al lado, en el pueblo de al lado o en el continente de al lado".

domingo, 5 de febrero de 2012

cuando uno la caga

te puede dar rabia, pero la verdad siempre hay que decirla, aunque pueda doler. sería ideal expresarla de una forma que no haga daño a los demás pero al final siempre se termina cagándola. cagándola con quien tiene que escuchar, con quien tiene que hacer sus cuentas con esa doliente compañera. así que por eso he dejado de buscar la forma más oportuna para decir lo que pienso. lo digo y aunque lo diga con delicadez y cuidado, siempre acabo por vomitar lo que tengo dentro o que no tiene lógica para mi.
salieron dos lágrimas grandes anoche porque vi que había hecho daño, que esa amiga no se espera aquellas palabras, aquella forma tan directa con que le llegaron al corazón, igual se esperaba comprensión  y un sencillo abrazo. pero no pude. no pude callar lo que pensaba. más aún porque me duele verla sufrir. me duele y me vuelve rabiosa esa poca estima que a veces los amigos tienen de si mismos, esa dejadez o ese escaso amor propio que luego permite a los demás de hacerle daño. no puedo callar frente a todo eso. anoche tuve que cagarla para que entendiera lo mucho que se está perdiendo.
puede que lo hiciera para mí y no para ella. puede que necesitara soltar con rabia ciertos sentimientos para librarme yo misma de ciertas sensaciones. no lo sé. lamento esa reacción y las lágrimas que provoqué.
igual es la nieve que ha caído en Palma que me vuelve hielo, a veces. pero hielo no soy, ni fría ni mucho menos. esa nieve suave que lleva dos días despertándome y adulciéndose las horas. me hace sonreír y me vuelve melancólica. me vuelvo dulce y tranquila y un poco niña.
hace mucho que no me sentía así. llevaba semanas inquietas y removidas. quizás necesitaba descansar y volver a tomar contacto con mi realidad, con la tierra, con la casa...la tierra y la casa que este fin de semana han sido mis fieles aliadas y confidentes. la tierra que esta mañana ha vuelto a manchar mis manos, mi piel y mis uñas. esa tierra fría y mojada pero nueva y reveladora con la que he llenado las macetas de mis balcones y ensuciado el suelo...esa masa negra y húmeda que me ha hecho sentir viva y de nuevo fuerte.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Recorrendo media Italia en un Freccia Rossa

26.1.12 ... 
Lascio Venice con una sonrisa enorme, una stanchezza accumulata atroce, una soddisfazione piena sia per come me la sono cavata a livello professionale che personale. Sono contenta di essermi porsa come sempre, essermi messa in gioco, cioè essere comunque stata Francesca, senza ma e senza però, così come sono io, genuina, perseverante e comunicativa. Penso da dove vengo e ringrazio il cielo di avere fatto gavetta nel mondo della comunicazione e delle relazioni pubbliche ed istituzionali. Penso di essermi saputa pormi educatamente, socievole e soprattutto allo stesso livello dei vari interlocutori con cui ho interaggito, il carico non mi spaventa, nè i titoli nè i tallers eleganti o certi accenti o modi di dire sprezzanti o altezzosi. Spero di fare altrettanto bene a Florence.
Ripenso a questi tre giorni intensissimi e fatti di soprese. A cominciare dal primo hotel a Mestre, dove tutto è cominciato e poi passando per quella vista mozzafiato all'aprire la finestra del  Principe, ritrovarmi praticamente sul Gran Canal di VCE, con una camera in stile veneziano che mi ha fatto sentire fuori dal tempo e come una dama dell'Ottocento. Poi l'attraversata in vaporetto fino a San Marco, da togliere il fiato e farti girare la testa, tante gondole, tanti scorci irresistibili. Poi arriva il Bauer, per molti il migliore e più elegante hotel di Venezia, in un Palazzo signorile veneziano in piena laguna, ad un passo da Piazza San Marco. Un letto enorme tutto per me, una sala da bagno da sogno, una finestra sul canaletto...indimenticabile la prima colazione su quella terrazza davanti al Palladio, lì davanti timida e maestuosa quella basilica...quanta nostalgia ho sentito durante quella colazione...ed oggi la ciliegina sulla torta! ... un giro in motoscafo por VCE ed i suoi canali come una star di Hollywood, una lancha che mi accompagna all'hotel solo per prendere la valigia (impossibile descrivere la curiosità con cui il personale guardava verso la barca e mi ha poi sorriso riconoscendomi come la Francesca di Hotelbeds! Ahhaha!). Mancava James Bond ad uscire all'improvviso con i suoi occhiali scuri da sole per prendermi e portarmi via!
...alla fine quello che conta è l'esperienza in sè, il fragore di ciò che mi ha lasciato quel ricordo che però non ho potuto condividere con nessun altro, questa orbene è l'unica grande pecca.
Mi chiedi di rinunciare a tutto questo conoscere-vivere-conoscere, se posso averlo in solitudine? Beh...sola è tutto più triste, è tutto a metà... Fa bene averli questi momenti, perchè è certo, valgono tanto, tantissimo, però rabbrividisco all'immaginarmi tra dieci anni nuovamente su quella terrazza in un posto stra-lussuoso e nuovamente sola... non c'è nulla di più bello che condividere con gli altri certe esperienze mitiche ed irripetibili... fisso quindi il mio riflesso nel finestrino del treno e divento triste.