No tengo ninguna respuesta. Solo un billete de avión que quiero adelantar y la sensación de estar de nuevo en el lugar equivocado.
Mi segunda mente lo sabe y por eso se hace más duro callarla e intentar relajarme y asumir una posición firme.
Pero hay que ver el vaso medio lleno, así que no voy a perder la confianza en esta buena onda, en las energías positivas que me han acompañado en todas estas fiestas. He ganado dinero jugando a las cartas, cosa que nunca suele ocurrir, tengo una entrevista la próxima semana, que por un lado me alegra y por otro me hace dudar.
Y sobre todo, continuo ad avere quel chiodo fisso e quella strana e maledetta inquietudine di essere sempre di passaggio in un posto e mai il pensiero di "questo fa per me, qui rimango".