That's how the new year began

Llevo varios días con las ganas de escribir pero no he tenido tiempo de hacerlo. Ha empezado el año nuevo y yo me siento casi muy bien. Seguro que mejor que el año pasado de estos tiempos. He elegido estar un año entero sin nadie a mi lado (sentimentalmente hablando) y seguro que me ha venido bien. Me conozco más, me valoro más, sé ahora apreciar cosas de los demás que antes quizás no valoraba. Creo que es logro o la lección más importante que me trajo el 2011.
Con pena admito hoy que a menudo los que me rodean no son como me gustaría que fueran...igual es algo fuerte lo que voy a escribir, pero es así y no quiero ser hipócrita conmigo misma. Mi hermana por ejemplo, a veces parece ser una desconocida, en el sentido de que no tiene casi nada en común conmigo a excepción de la sangre y de nuestros padres, está claro. Me duele el corazón al recordar una frase que me soltó hace dos veranos..."si no fuéramos hermanas, nunca sería tu amiga"...tiene cojones, a qué si?...pero es cierto, casi la entiendo, nuestras ideología no son iguales, ni nuestros pensamientos, ni nuestra opiniones e inquietudes se parecen. No compartimos ni los mismos gustos musicales, de cine, literarios...
Me siento como si me hubiese engañado durante todos estos años...Lo mismo pasa con mi madre. No consigue nunca ponerse en mi piel, adelantarse a un deseo, simplemente superarse de vez en cuando en sus límites o pre-conceptos, no puede hacerlo ni por mi...no sé si es la edad, si con la madurez también llega el egoísmo y la arrogancia...no sé qué pensar. ¿Por qué coño no puede escucharme alguna vez? Por qué coño no  intenta dejarse llevar una vez en su vida? Por qué no prueba a tirar hacia una dirección desconocida que le aconsejo yo? Por qué es tan rígida conmigo, con el mundo y con la vida en general? No puede ser que uno llegue a los 60 años y deje de aprender o escuchar a los demás, que no piense que las cosas pueden diferentes a como uno cree que sean.
Pienso de repente en la familia de Eloy, ellos son menos hipócritas que nosotros...no se caen bien entre ellos y entonces simplemente se evitan. ¿Qué sentido tiene intentar una y otra vez juntarse con toda la familia, hacer como que todo va perfecto y es genial, si realmente parecemos unos extraños en nuestros corazones? Boh...sin palabras, de hecho.
Entonces es cuando entiendo el porque de ciertas cosas, el porque de ciertos encuentros y amistades. Tenemos amigos y amigas porque son los hermanos y hermanas que siempre quisimos tener a nuestro lado, pero que no tenemos...son personas con la que podemos compartir experiencias, situaciones y sentimientos que de otra forma no compartiríamos ni con nuestros familiares más cercanos. Por esto me alegro tener aquí a Irene en estos días y me alegro de echar de menos a Marta, Perri, Valeria, Mafy y l@s demás...es una noche de Reyes un poquito rara.