La prepotencia ha ganado sobre la claridad.
La libertad presuntuosa ha sobrepasado la sabiduría
porque su ambición de quererse afirmar sobre el conocimiento
supera la humildad del saber.
Otra vez.
Otro entonces se sale y otro coge el mando, sin remedio
sin saber, ni conocer, ni oír y sobre todo sin hacer.
Otra vez.
Todo se curva cuando dejas apartada tu generosidad,
tu capacidad de dejar que el otro sea,
la facilidad de apartarte y observar y aprender.
Otra vez.
Ya todas las líneas son rectas.
No hay curvas.
Ni espirales.
Ni tampoco redondos.
Otra vez.
sábado, 24 de enero de 2015
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